5 de octubre de 2013

Leyenda Maorí

Un hombre era muy feliz por tener seis hijos sanos y fuertes. Para celebrarlo, organizó una fiesta. En el transcurso de la misma  los seis muchachos debían arrojarse al mar simultáneamente. El que tardara más tiempo en salir a la superficie -señal de que había alcanzado la mayor profundidad-, ganaría el premio: doble ración de pan. Así fue como los jóvenes se lanzaron a las olas. 
Pasaron los minutos y no aparecían. El tiempo y las sombras avanzaron, la algarabía inicial se acalló. Cuando ya todos los daban por muertos, de entre las olas saltaron en el aire y volvieron a zambullirse seis enormes peces desconocidos que parecían sonreír. Asomáronse un par de veces más y después se alejaron haciendo cabriolas en el agua.

El hombre comprendió que sus hijos se habían transformado en delfines.

1 de octubre de 2013

Medicina Moderna

Le dolía la cabeza al caminar. Por error, le hicieron una radiografía de la cadera. "Hay que operársela" diagnosticaron.
Le sacaron la cabeza del fémur. 
Ahora camina sin dolores y sin memoria.
e-Nanos
Macedonia Ediciones, Morón, agosto de 2010