23 de mayo de 2008

EL PERRO Y EL GATO

Un perro y un gato muy amigos salieron de paseo. De pronto, se enfrentaron a un tumultuoso arroyo henchido por las lluvias. El perro nadó hasta la otra orilla, pero el gato se detuvo aterrorizado frente a las aguas.

- ¡Saltá al agua! -ladró el perro-. ¡No seas cobarde y saltá!

Unos días después, cuando el perro y el gato estaban en la huerta de su casa, apareció un escorpión. El gato brincó sobre una rama muy alta mientras que el perro aullaba, espantado, desde el suelo.

- ¡Saltá! -maulló el gato-. ¡No seas cobarde y saltá!

15 de mayo de 2008

CÓMPLICES

Él se mira los zapatos bien lustrados y entra.

La inauguración del nuevo sector promete. El whisky es bueno. Estrecha una mano por aquí, saluda más lejos, lo conocen y lo reconocen. Está feliz.

Alguien llega. Una nueva cara. Una sonrisa, una caída de ojos. ¿Conoce al director de la casa? No, vino invitada. Si le permite. Sí, me gustaría. Y él le hace los honores. Una mirada como un rayo verde le afloja las rodillas. Pero él sigue adelante con las explicaciones, como si nada. Es valiente. Después un oh de asombro, que de tan bien modulado, le hace creerse perfecto.

¿Tiene teléfono? No, no, ella recién llegó a la ciudad, lo elude, observa la alfombra, sonríe un poquito. Lo mira de soslayo y de nuevo el relámpago verde que esta vez a él le enciende la nuca. Ella juguetea con los zorros. ¿O es con él? Duda. No importa, adelante.

Sigue hablando, le explica todo de nuevo, basado en una perspectiva más actual. Ella lo observa con el ceño fruncido. No quiere perder palabra. ¡Qué largas son las pestañas! Y el arco de las cejas. Como una gaviota en vuelo. Se pierde. No sabe qué estaba diciendo.

Insiste con lo del teléfono, tiene un velero -dice-, y el río, ahora, en invierno, las gaviotas al atardecer rasgando la comba del cielo.

Esta vez ella niega con la cabeza, pero la mirada baja. ¿También pensará en el río, en el velero que se pierde por carecer de teléfono? ¿o por no querer?

La mirada ausente. No, ausente, no. Lo mira a la cara, seria. Tampoco. La mirada se desvía apenas, está observando algo detrás de él.

Pero a él no le importa. Sigue hablando de su barco, de los ratos libres. Quiere mostrarse gentil, que la mujer confíe. No obstante, es como si ella se hubiese ausentado ya.

Otro hombre se les acerca. Besa a la mujer detrás de la oreja. Ella es todo dulzura. Las pestañas proyectan largas sombras sobre las mejillas. El recién llegado la en laza por la cintura.

La pareja le desea buenas noches; lo dejan parado, solo.

Y se van, cómplices de la vida.


FIN

Bienvenida

¡Bienvenidos a este blog!
Siempre sostuve que un texto escrito es como una botella con un mensaje que se arroja al mar: nunca sabemos quién la recibe ni qué pasa con el contenido. La cibernética puede revertir el proceso y quien lee el mensaje está en condiciones de responderlo. Pero no sólo debo agradecer esta posibilidad a la cibernética, sino también a la buena voluntad, al talento y la paciencia del artista visual Guillermo Cuello. Mi buen amigo me ofreció generosamente abrirme la puerta al ciberespacio. Aquí estoy. A él, a ustedes que me visitan, muchas gracias.

12 de mayo de 2008

Laura Nicastro / Escritora

Laura Nicastro es argentina. Nació en Buenos Aires, donde cursó estudios de filosofía en la
Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Vivió en Alemania durante dos años. Comenzó a escribir a su regreso del exterior. Asistió al taller de Abelardo Castillo, donde tuvo la alegría de ver publicado el primer cuento (La corona y el premio) en El Ornitorrinco. Sucesivos textos aparecieron en diferentes suplementos literarios y revistas argentinos y extranjeros. Los libros publicados hasta la fecha son:

Los ladrones del fuego - Cuentos (Ed. Corregidor, Buenos Aires, 1984)

Oyó que los pasos - Cuentos (Ed. Corregidor, Buenos Aires, 1987)


Intangible - Novela (Grupo Editor Latinoamericano / GEL, Buenos Aires, 1990)

Pueblos de Arena - Relatos (GEL, Buenos Aires, 1992)

Libro de los amores clandestinos - Cuentos (GEL, Buenos Aires, 1995)

Jueves para siempre - Novela (Ed. de los Cuatro Vientos, Buenos Aires, 2005)

Parte de su narrativa integra las siguientes antologías:

Cuentistas Argentinos de Fin de Siglo (Ed. Vinciguerra, Buenos Aires, 1997)

Viajes en la palabra y en la imagen - Antología ilustrada por pintores argentinos y traducida al inglés para ser publicada en los EE.UU. (Fundación Orígenes, Buenos Aires, 1996)

Los cuentos (Ed. Victoria Ocampo, Buenos Aires, 2006)

Nosotras, vosotras y ellas (Inst. Movilizador de Fondos Cooperativos, Buenos Aires, 2006)

En 1985 recibió la Faja de Honor de la SADE y el Premio Arturo Mejía Nieto (Primer libro publicado) por Los Ladrones del Fuego. Intangible se hizo acreedor del Primer Premio del Concurso Ricardo Rojas, bienio 1990 / 91, otorgado por el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Fue finalista del Iowa Writer ´s Workshop Programm (EE.UU.) , en 1988 y 1994, auspiciados por la Fundación Fullbright y Antorchas, respectivamente. En 1996 se adjudicó el Premio Alfredo Roggiano a la novela Jueves para siempre, que ese mismo año obtuvo una mención en el concurso Luis de Tejeda. La Fundación Victoria Ocampo premió el cuento La Tigra en su convocatoria del año 2005.

Actualmente, Laura Nicastro vive y trabaja en Buenos Aires, donde continúa con su actividad de escritora , además de coordinar talleres de producción cuentística.